Muchos peregrinos deciden comenzar su viaje en Villafranca del Bierzo, en el Camino Francés. De este modo, pueden conocer otra comunidad autónoma (Castilla y León) antes de entrar en Galicia. Además, los que eligen esta opción quieren hacer uno de los tramos más difíciles de esta ruta, que es subir a O Cebreiro. Para muchos, esta es una parte clave de la peregrinación a Santiago, que no sólo representa una experiencia maravillosa, sino también una prueba del esfuerzo y la resistencia del peregrino. Descubramos ahora qué se puede visitar en Villafranca del Bierzo y algunos datos sobre la historia de esta localidad.
Historia de Villafranca del Bierzo en el Camino Francés
Los orígenes de Villafranca del Bierzo se remontan a la época prerromana y romana, como demuestran los hallazgos del Neolítico y la Edad del Bronce. El Imperio Romano desarrolló en estas tierras una de las mayores y más articuladas minas de oro de la Península. A sólo 35 km en coche, se puede llegar a las Médulas, un yacimiento arqueológico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1977 por la extraordinaria conformación de la zona, formada a raíz de las excavaciones romanas.
En cuanto a la época en la que se iniciaron las peregrinaciones a Compostela, hay que remontarse al momento en el que se descubrieron los restos del Apóstol Santiago en el año 813 y luego a las primeras rutas a Santiago de Compostela. La leyenda que cuenta el verdadero origen de la ciudad, hace referencia a la construcción del monasterio de Santa María de Cluniaco ó Cruñego, lugar donde los monjes negros (benedictinos franceses de Cluny) se asentaron en 1070 durante el reinado de Alfonso VI. Su función era asistir y ayudar a los peregrinos en su camino hacia la Catedral de Santiago. Estos mismos monjes, según la tradición, fueron además los que importaron la vid a esta zona.
En la actualidad, la localidad de Villafranca del Bierzo es conocida por su patrimonio artístico y cultural, su importancia en el Camino Jacobeo y su fama en el sector del eno-turismo. Descubramos los principales atractivos de esta ciudad y lo que no puedes perderte durante tu parada en esta etapa del Camino Francés.
Qué ver en Villafranca del Bierzo
La Plaza Mayor, como su nombre indica, marca el inicio del centro histórico de Villafranca del Bierzo. Simplemente paseando por las estrechas calles del centro podrás conocer mejor esta ciudad medieval, sus palacios renacentistas como el de Torquemada y su arquitectura barroca y religiosa. Desde aquí se puede ver un edificio del siglo XIII en lo alto, el Convento de San Francisco, cuya fundación se atribuye a Doña Urraca.
Construido en el siglo XVI, el Castillo de Villafranca del Bierzo es sin duda un buen punto de partida para tu visita a este pueblo encantador. Observarás que el aspecto de este edificio no tiene el carácter defensivo de los castillos de la época. De hecho nació como residencia de los marqueses de Villafranca y no como fortaleza defensiva. El castillo fue incendiado por los franceses y en parte reconstruido y luego fue utilizado como prisión. Lamentablemente, no está abierto al público.
No puede faltar una visita a la Iglesia de Santiago, justo enfrente del Castillo, que data del siglo XII y que está fuertemente vinculada al Camino de Santiago. Aquí, de hecho, se encuentra la Puerta del Perdón, el lugar donde los peregrinos que no pueden continuar hasta Santiago obtienen los mismos beneficios espirituales que los que llegan al final del camino. En los Años Santos Compostelanos (como este 2021 y el próximo 2022), la puerta de este templo también permanece abierta y ofrece los mismos derechos para obtener la Indulgencia Plenaria que la Catedral de Santiago.
Cerca se encuentra el Ayuntamiento de Villafranca, que data del siglo XIX y alberga un hermoso teatro de 1905. Si tienes tiempo suficiente, te recomendamos que visites tanto el Convento de San José como el Convento de los Anunciados (ambos construidos en el siglo XVII), aunque uno de los edificios más visitados es sin duda la Colegiata de Santa María, declarada Bien de Interés Cultural. También recomendamos una parada en el Convento de San Nicolás el Real, del siglo XVII. Aquí se puede visitar el Museo de Ciencias Naturales y Etnográficas ‘Padres Paules’.
Imprescindibles en Villafranca del Bierzo
Como siempre, nos gusta hablar de las delicias culinarias que puedes encontrar a lo largo de tu camino. En Villafranca te recomendamos que pruebes el botillo, (un plato elaborado con diferentes partes del cerdo y patatas), los platos de ternera, los pimientos asados del Bierzo, las empanadas y el pulpo, sin olvidar por supuesto el delicioso vino de la zona (variedad Mencía para el tinto y Godello para el blanco). Las manzanas, las peras, las castañas y las cerezas también son famosas en la zona… En resumen, ¡tiene muchas opciones para tu paladar!
En cuanto a las fiestas tradicionales, podrás disfrutar de la Fiesta de San Tirso el 28 de enero, del Carnaval o de la Semana Santa. Luego, el 1 de mayo, se celebra la Festa do Maios, una fiesta pagana tradicional que celebra la llegada de la primavera, símbolo de prosperidad, y el fin del invierno. Durante esta fiesta se canta y se baila en torno a figuras adornadas con flores, hojas y frutos que, obviamente, representan los árboles y el mundo natural.
Recuerda que después de esta etapa en Villafranca del Bierzo, te espera la etapa más difícil del Camino Francés en territorio español, con la dura subida a O Cebreiro (28,5 km con 900 metros de desnivel), el primer pueblo gallego de esta ruta. Por ello, te aconsejamos que repongas energías y descanses en Villafranca del Bierzo, antes de iniciar la siguiente etapa. ¡Buen Camino!
Si tú también estás interesado en el Camino Francés y deseas recibir un itinerario a medida, partiendo de Villafranca del Bierzo o de otra localidad, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. En Galiwonders somos tus expertos locales en el camino.