La mitad de las personas que realizan el Camino de Santiago son mujeres. Muchas de ellas lo hacen solas. Y es que estas rutas jacobeas reconocidas como Patrimonio de la Humanidad suponen un entorno tranquilo y seguro para cualquier mujer que decida hacer la maleta y comenzar a caminar
El Camino es igualitario
Según las cifras que ofrece cada año la Oficina de Acogida del Peregrino de Santiago de Compostela, el Camino de Santiago se ha convertido en un destino atractivo a partes iguales para hombres y mujeres. El año 2018 fue el primero en el que las rutas oficiales tuvieron más presencia femenina que masculina, hecho que se repitió en 2019. El movimiento feminista que cobra fuerza año tras año también parece haber llegado para acompañar a las mujeres en su peregrinación.
En 2004, el ejercicio más antiguo del que se puede obtener información en la página web de la Oficina del Peregrino, 79.513 mujeres (el 44,2% del total de peregrinos) decidieron hacer el Camino, frente a los 100.431 hombres. Durante los siguientes años, la diferencia entre hombres y mujeres fue todavía mayor hasta 2010. A partir de este Año Santo Jacobeo, y salvo alguna excepción, la diferencia entre sexos fue reduciéndose hasta 2018. Esta fue la primera ocasión en la que más mujeres (164.836, un 50,35% del total) que hombres (162.542) decidieron hacer el Camino de Santiago.
La cifra de peregrinos que llegan a Santiago de Compostela aumenta año a año con la excepción de los años Jacobeos, cuando suele haber un repunte. El año pasado, por ejemplo, 347.578 personas llegaron a Santiago, de las cuales 177.801 (51,15%) eran mujeres. Esto se debe a que el Camino de Santiago está considerada una actividad segura y tranquila, apta para todas las edades sin discriminación de sexo. Los ritmos dependen de cada persona y supone una oportunidad única para conocerse a uno mismo.
¿Las rutas del Camino son seguras para las mujeres que van solas?
Sí, el Camino de Santiago es una opción segura para las mujeres que decidan recorrer alguna de las rutas oficiales que llegan a Santiago de Compostela.
Este tipo de viajes se caracterizan por el compañerismo. Por esta razón, si se viaja sola es muy fácil encontrar gente en la misma situación o incluso grupos de personas con las que compartir la experiencia. Los otros peregrinos son un apoyo importante y respetarán tu decisión de caminar o pedalear sola si así se lo haces saber. Puede ocurrir que comiences el Camino con la idea de recorrerlo contigo misma y que acabes formando un grupo con el que planificar las paradas.
Lo importante, en todo caso, es que te sientas cómoda con la compañía y que disfrutes de una experiencia única. Tanto si acabas «haciendo piña» con gente con el mismo ritmo que tú o si trabas amistad con aquellos con los que coincides de forma esporádica en los alojamientos, los vínculos creados durante el Camino suelen mantenerse una vez terminado.
La señalización de los caminos, especialmente del Camino Francés, están actualizadas y son sencillas de seguir. No temas perderte. En caso de que no encuentres alguna de las fechas o vieiras que indican el Camino, lo más probable es que encuentres a alguien a quien preguntarle. En caso contrario, puedes llamar a algún teléfono de emergencia, como la Policía.
¿Qué puedo hacer durante el Camino de Santiago?
Las oportunidades que ofrecen las diferentes rutas del Camino de Santiago son variadas y dependen del gusto de cada persona y de la época en la que se haga.
Si decides hacer el Camino de Invierno, seguramente pases mucho frío y te encuentres con paisajes completamente nevados. De hecho, es una variante del Camino Francés que evita tramos como el de O Cebreiro, que en ocasiones se cierra durante los meses de invierno. Esta época suele estar menos transitado y por lo tanto es más difícil encontrar peregrinos en el camino. Las actividades en los diferentes lugares por los que pasa son menos en comparación con el verano, pero merece la pena si quieres disfrutar de tiempo para ti misma y si disfrutas de los paisajes invernales.
Desde marzo hasta octubre hay más viajeros en las rutas del Camino. El más popular año tras año es el Camino Francés. Si lo que buscas es soledad y huir de la gente, te recomendamos que elijas otra ruta. Durante los meses de más calor, es difícil encontrar sitio en los albergues del Camino Francés. Para evitar que esto ocurra, lo mejor es reservar con antelación el alojamiento. Si necesitas ayuda con este proceso, no dudes en contactar con nosotras.
Los meses más calurosos son perfectos para relajarse sentadas en una terraza, tomar un helado o refrescarse en alguna playa o río. Si decides hacer el Camino Portugués de la Costa, por ejemplo, te permitirá disfrutar de unas impresionantes vistas al océano Atlántico. Además, en muchas ciudades y pueblos la oferta cultural es mucho mayor que durante el invierno. Esto facilita que puedas participar en sesiones de cine al aire libre, en las fiestas patronales y gastronómicas o asistir a conciertos, muchas veces de forma gratuita.
Las mujeres están más predispuestas a viajar solas
Según la Confederación Española de Agencia de Viajes (CEAV), el 65% de las personas que viajan solas son mujeres. Esto es, entre seis y siete personas de cada diez que prefieren emprender un viaje consigo mismas son mujeres. Los cambios que poco a poco se producen en la sociedad generan mayor autonomía en la mujer. Ahora, ya no depende económicamente del padre o del marido, como ocurría hace años. Las mujeres estudian, trabajan y viajan sin necesidad de pedirle permiso a nadie. Organizan su vida, marcan sus tiempos y lo hacen sin miedo a la soledad.
Las mujeres que hacen el Camino de Santiago sin compañía aseguran sentirse seguras y muchas de ellas repiten experiencia. Durante el Camino y al igual que los otros viajeros, conocen gente de muchos lugares con los que entablan vínculos y que se convierten en compañeros de travesía. Pero no se sienten obligadas a apresurarse ni a esperar por nadie.
Según algunos estudios sociológicos, las mujeres tienen menos miedo a la soledad que los hombres. En general, ellas invierten más tiempo en las relaciones sociales y en actividades que les aporten apoyo emocional. Viajar sola incrementa la sensación de ser capaz de todo y te da fuerza para afrontar nuevos retos, y esta percepción empuja a las mujeres a repetir experiencia.
¿Por qué es importante viajar sola?
Las personas que viajan solas tienden a ser más resolutivas ante posibles problemas y aprenden a ser más autónomas y auto-suficientes.
El hecho de hacer un viaje en un entorno totalmente desconocido y sin compañía puede asustar en un principio, pero tu seguridad se verá reforzada una vez lo termines. Por si esto no fuera poco, te ayudará a perder muchos miedos. Si haces el Camino de Invierno, por ejemplo, es fácil que alguno de los días no te encuentres con ningún otro caminante. Es normal. Este camino es uno de los menos transitados y recorre aldeas y zonas con poca población. No temas ser la única peregrina.
Viajar sola te da la oportunidad de ver los lugares que visitas de forma distinta y de centrarte en aquello que realmente despierta tu interés.
Tu capacidad para socializar aumentará. Cuando viajas sola, estás más predispuesta a entablar conversación y a hacer nuevas amistades. Hay incontables destinos a los que ir, desde grandes ciudades hasta aldeas remotas. Rutas como el Camino de Santiago o la Via Francigena suponen una oportunidad única de encontrarse a una misma a través del contacto directo con la naturaleza y culturas diversas y ambas son seguras.
Es una forma de empoderamiento para la mujer: pierde miedos, gana confianza y se siente más fuerte. Muchas de las que deciden viajar solas aseguran que el mundo es un lugar fantástico y que en todos lados es posible encontrar gente agradable.
Algunos consejos
Es fundamental que te cuides durante el camino. Escoge ropa y calzado adecuado para las rutas y descansa siempre que el cuerpo te lo pida. Tanto en invierno como en verano, mantente siempre hidratada y duerme lo suficiente. Lo importante no es llegar lo más rápido posible, sino hacerlo disfrutando de la experiencia. El hecho de ir sola te permitirá planificar los días según tu propio ritmo. En Galiwonders, organizamos tours del Camino de Santiago a medida.
Aunque la mayor parte de la gente que te vas a encontrar durante el Camino son peregrinos, es importante que vigiles tus pertenencias. Si en algún momento necesitas dejarlas fuera de tu campo de visión, pídele a alguien que las vigile. En general, no suele haber muchos robos, pero siempre es recomendable tomar precauciones por lo que pueda pasar. Es especialmente conveniente tener a buen recaudo los documentos de identidad y el teléfono móvil.
La mayor parte de los peregrinos madrugan por la mañana para llegar al mediodía a la siguiente parada. Lo mejor es que intentes aprovechar las horas en las que hay más luz para recorrer los kilómetros que hayas planeado esa jornada. Muchos tramos del Camino de Santiago transcurren por caminos de tierra o entre bosques, por lo que no tienen iluminación y dependerías de una linterna.
Por último, no te cortes si necesitas pedir ayuda. Seguramente haya muchos peregrinos que harán una ruta similar a la tuya y te echarán una mano si lo necesitas. Aunque viajes sola, formas parte de la comunidad de personas que hacen el Camino de Santiago.