Hoy hablaremos sobre la historia del Camino de Santiago Portugués, la segunda ruta más popular en lo que a número de peregrinos se refiere. Sigue leyendo para descubrir los orígenes de esta ruta Jacobea.
Breve introducción al Camino de Santiago Portugués
El Camino de Santiago Portugués tradicional encuentra su origen en Lisboa, y va recorriendo el norte de Portugal hasta llegar a Galicia. La entrada en Galicia se hace a través de Tui y, aunque es una senda eminentemente interior, cuenta con algunas etapas en paralelo al mar (concretamente, de Redondela a Pontevedra). No confundir con el Camino Portugués de la Costa, aunque ambas rutas pasan por Oporto, discurren casi en paralelo, y se unen en Redondela, son dos trazados con orígenes diferentes.
El Camino de Santiago Portugués completo, desde Lisboa, puede realizarse en unas 25 etapas a pie (1 mes aproximadamente). Dado el tiempo que tomaría completar la ruta en su totalidad, que es mucho, lo habitual es que los peregrinos que se decanten por empezar en Oporto, o en sus últimos 100 km desde Tui.
Pero, ¿cómo surge esta ruta de peregrinación? ¿Cuáles son los orígenes del Camino de Santiago Portugués?
Orígenes del Camino de Santiago Portugués
Los orígenes del Camino de Santiago Portugués se remontan al siglo XII, tras la independencia de Portugal. De este modo, se aprovecharon los restos de antiguas calzadas romanas, como suele ocurrir también en otras rutas del Camino de Santiago. De hecho, estos vestigios romanos son visibles aún en día, por zonas de Oporto o Ponte de Lima. De acuerdo con los historiadores, el Camino Portugués es tan antiguo como el Camino Francés.
Con el auge de las peregrinaciones a Santiago de Compostela en el siglo XII, el fenómeno tuvo gran acogida en Portugal. Los puntos de partida más habituales, eran las principales ciudades del país en ese momento: Lisboa, Porto, Braga, Coimbra… De hecho, se le dedicaron un gran número de iglesias al Santo Apóstol Santiago, y un gran número de personas iniciaron su peregrinación desde tierras portuguesas.
Lo cierto es que Portugal tuvo una gran importancia en el desarrollo del Camino de Santiago y el culto Jacobeo. La ruta contribuyó al fortalecimiento de los lazos económicos y culturales entre Galicia y Portugal. Muchos de los peregrinos que emprendían este peregrinación en la época, lo hacían en ocasiones motivados por otros motivos que los puramente religiosos. Así, se desarrollaron los albergues y hospitales de peregrinos entre Lisboa y Santiago, muy presentes en las leyendas y tradiciones Jacobeas. La ruta contribuyó también al desarrollo de los caminos terrestres, por encima de los marítimos. La Reina Isabel de Portugal (Rainha Santa) tuvo mucho que ver con esto, como veremos más adelante.
Desarrollo de la historia del Camino de Santiago Portugués
Como adelantábamos anteriormente, el Camino de Santiago tuvo una gran importancia en Portugal durante los primeros años de tradición Jacobea. En cierto modo, también gracias a la Orden de los Caballeros de Santiago, y su influencia en Portugal. Se trataba de una orden militar creada con el objetivo de defender las fronteras con Extremadura, y velar por la integridad de los peregrinos.
Poco a poco, más y más nobles se fueron apuntando a la moda de la peregrinación, realizando a tramos del Camino (principalmente a caballo) y contribuyendo de este modo a su difusión. La mayor parte de los viajeros que realizaban el Camino de Santiago Portugués en la época, eran oriundos del Portugal, por eso elegían este país como punto de partida. Pero lo cierto es que también existe constancia de la presencia de peregrinos internacionales, altos miembros del clero y de la nobleza europea.
Pero este gran apogeo del Camino Portugués se vio mermado a partir del siglo XVIII. Con la llegada de la Revolución Francesa y las desamortizaciones liberales, el Camino de Santiago pasó unos siglos en el olvido (no sólo el Camino Portugués, sino todas las rutas en general).
Llegado el siglo XX, con las apariciones de Fátima en 1917, el interés religioso se centró en esta pequeña región (aunque el culto a Santiago nunca desapareció en el Norte de Portugal).
La importancia del siglo XX en el Camino Portugués
Los años finales del siglo XX supusieron el resurgimiento, no solo del Camino Portugués, sino de todo el Camino de Santiago en general.
Tras casi un siglo en el olvido, el Camino Portugués reaparece por el esfuerzo de las Administraciones Públicas, de cara a su promoción para el Año Santo Xacobeo 1993. Se distribuye material promocional, se refuerza la señalización y presencia de la ruta, se crean oficinas de turismo… Además de que las Asociaciones del Camino de Santiago, presentes tanto en el Norte de Portugal como en Galicia, se unen a esta labor de difusión.
La labor dio sus frutos, y el número de peregrinos se fue incrementando paulatinamente a partir de entonces. Se incrementó la señalización, el número de alojamientos, las guías e itinerarios… lo que provocó un efecto llamada, que sorprendió a las propias administraciones. Lo cierto es que la ruta no ha dejado de crecer ya llegados al siglo XXI, situándose hoy en día en la segunda en número de peregrinos, tan solo superada por el Camino Francés.
Si a lo largo del siglo XX la presencia de peregrinos en el Camino de Santiago Portugués era meramente testimonial, en 2019 si situó por encima de los 30.000 (22% del total).
Personajes históricos que realizaron el Camino de Santiago Portugués
Como ya adelantábamos anteriormente, entre los factores que contribuyeron a la popularización del Camino de Santiago Portugués, está el hecho de que varias personalidades históricas decidieron emprender esta ruta. Veamos algunas de las más importantes:
Isabel de Aragón, Rainha Santa de Portugal
Se trata de la peregrina más ilustre del Camino de Santiago Portugués, y quien puso nombre propio a la ruta (siglo XIV). La vida de la monarca se caracterizó por la religiosidad y la caridad.
En el año 1325 emprende su peregrinación a Santiago de Compostela, dejando una fuerte presencia en la ruta. Además de las tradiciones y leyendas que quedaron de su viaje, la ruta mejoró desde un punto de vista práctico, ya que la monarca dejó en su testamento una importante dotación para el desarrollo de albergues, etc.
Tal fue su vinculación con el Camino de Santiago Portugués, que en su sepulcro en Coimbra se encuentra el bordón con remate en forma de tau que le regaló la iglesia de Compostela. Además, una de las calles principales del casco histórico de Santiago (A Raíña) es en honor a ella.
Sancho II de Portugal
También conocido como el Piadoso, el monarca reinó en Portugal entre 1223 y 1248. Durante su reinado, precisamente en el año 1244, realizó su peregrinación a Santiago de Compostela.
Manuel I
A principios del siglo XVI, concretamente en 1502, el Rey Don Manuel I (el Afortunado) realización el Camino de Santiago Portugués.
Nicola Albani
Esta personalidad italiana fue secretario de grandes nobles de la época, y realizó el Camino de Santiago en diversas ocasiones entre 1743 y 1745, realizando una de las guías más completas hasta el momento. Hizo el Camino a través de Italia, Francia, España y Portugal, movido tanto por la fe como por su espíritu aventurero.
Leo de Rosmithal
Cuñado del Rey Jorge de Bohemia (República Checa) entre los años 1465 y 1467 lleva a cabo diversos viajes por Europa, y el Camino de Santiago Portugués entre otros. Era habitual en la época que los jóvenes nobles emprendieran este tipo de viajes, tanto por su propio espíritu aventurero, como por la necesidad de llevar a cabo labores diplomáticas o comerciales.
Estas son algunas de las personalidades que contribuyeron al reconocimiento del Camino de Santiago Portugués en la época, como ruta de peregrinación Jacobea. Pero lo cierto es que hay muchas otras, como Leo de Rosmithal, Cosme III de Médicis, Jerónimo Münzer, Claude Bronseval, Giovanni Bautista Confalonieri, o incluso las peregrinaciones de los Padres Jesuitas.
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