Ventajas e inconvenientes de hacer el Camino de Santiago solo o en compañía
A la hora de afrontar una experiencia como esta surgen muchas dudas: ¿puedo hacer el Camino de Santiago solo o sola? ¿O mejor vivir la experiencia en compañía? Puedes plantearte hacer el Camino de Santiago en solitario, con tu pareja, un amigo/a, un grupito pequeño, uno más grande… Todas las opciones son válidas, pero sin duda la que más dudas suele generar, es la experiencia del Camino de Santiago en solitario. A continuación, veremos las ventajas e inconvenientes de cada opción, para ayudarte a decidir cual es la experiencia que más te conviene.
Ventajas de hacer el Camino de Santiago solo
Cuando uno se plantea hacer el Camino de Santiago solo, son muchos los miedos y dudas que surge, tanto de nosotros mismos como de nuestro entorno. Aunque cada vez es más habitual ver a peregrinos haciendo el Camino en solitario (o cualquier otro tipo de viaje), este tipo de experiencia sigue generando ciertos recelos. ¿Y si hay algún problema durante el viaje? ¿Y si me pierdo? ¿Y si me aburro? Son algunas de las preguntas que puede surgir. Pero desde aquí queremos animarte a que te atrevas. El mundo está cambiando, y viajar en solitario es la forma perfecta de conectar con nosotros mismos y afrontar nuestros temores. Se trata de una experiencia de la que todos acaban disfrutando, y saliendo fortalecidos en espíritu. Especialmente en el Camino de Santiago, porque aquí nadie está realmente solo.
Veamos a continuación algunas de las ventajas de hacer el Camino de Santiago en solitario:
Haz el Camino de Santiago solo, a tu ritmo
Como sabemos, cada peregrinos suele tener su propio ritmo, condición física, preferencias a la hora de elegir una ruta u otra… No nos cansamos de repetirlo, ¡existen tantas rutas del Camino de Santiago, como peregrinos! Si decides hacer el Camino de Santiago solo, podrás plantearte la experiencia como quieras, a tu medida. Caminar más rápido cada día, disfrutando de un buen ritmo, o ir más despacio, parando a reposar. Hacer etapas más largas porque tu condición física lo permite, o dividirlas en dos. Plantearte el Camino como un desafío físico, o una experiencia más tranquila, cultural, social…. La motivaciones de cada persona son diferentes, y a veces tenemos que adaptarnos a lo que quiere la mayoría del grupo (que no tiene por qué ser algo negativo). Pero poder vivir esta aventura, sin más requisitos que nuestras propias preferencias personales, es todo una experiencia.
Tiempo para la reflexión
En un mundo caracterizado por una rutina frenética, el caos del día a día, la velocidad… Tener tiempo para poder pararse, estar con uno mismo, y reflexiones, no tiene precio. Tendemos a estar rodeados de personas todo el tiempo (bien sea en nuestro trabajo, casa, actividades…), a escuchar diferentes opiniones, a defender diferentes posturas… Tantas voces pueden convertirse en ruido, y hacer el Camino de Santiago solo es una oportunidad única para hacer un paréntesis en toda esta rutina. Tantas horas caminando, día tras día, a solas con nuestros pensamientos, es sin duda terapéutico. Una forma natural de poner en orden nuestras emociones y reflexionar. Toda una ayuda para volver a nuestra rutina con aires renovados, y afrontar la vida de otro modo.
Ganar autonomía haciendo el Camino de Santiago solo
Aquellos que decidan hacer el Camino de Santiago en solitario, volverán a casa siendo personas más autónomas y seguras de sí mismas. El Camino, especialmente si lo hacemos solos, nos ayudará a tomar decisiones y llevar a cabo acciones por nuestros propios medios. Nos hará más independientes y libres, al nos estar constantemente necesitando el consejo o ayuda de los demás.
Si bien es inevitable ceder ante imposiciones externas en ciertos casos por la dinámica del mundo en el que vivimos, al ganar autonomía, seremos conscientes de que nuestros actos dependen de nosotros mismos.
Conectar con personas nuevas
Como ya adelantábamos anteriormente, en el Camino de Santiago uno nunca está realmente solo. Dependiendo de la ruta elegida, caminaremos junto a más o menos peregrinos, pero siempre habrá alguien con quien cruzar algunas palabras. Incluso en las rutas menos transitadas.
Si optas por hacer el Camino de Santiago solo, te estarás abriendo mucho más a entablar relaciones con otras personas. Nos veremos más abiertos a socializar, a compartir nuestra experiencia con desconocidos, que podrán terminar convirtiéndose en amigos. Cuando se hace el Camino en grupo, esto no es tan habitual, ya que solemos ceñirnos a las personas que ya conocemos previamente.
Inconvenientes de hacer el Camino de Santiago solo
Es cierto que muchos de los inconvenientes que podemos mencionar sobre hacer el Camino de Santiago solo, para otros peregrinos pueden ser ventajas. ¡Todo es cuestión de perspectiva! Pero veremos algunos de los que más se suelen mencionar en este sentido:
Problemas para afrontar miedos
Si eres una persona miedosa de base, hacer el Camino de Santiago solo podría incrementar esos miedos. La ansiedad ante lo desconocido tiende a despertar dudas y temores, y sumirnos en un estado de inquietud y nerviosismo. El resultado dependerá de como lo afrontemos y el momento de nuestra vida en el que estemos.
Si estás preparado para afrontar estos miedos, y te encuentras en esa fase en la que te sientes con energía para superarte a ti mismo, hacer el Camino de Santiago solo sin duda será una experiencia maravillosa. Pero si no estás en ese punto de tu vida, y la idea te causa más ansiedad que sentimientos positivos, quizás debes ponerlo espera. O hacer el Camino en grupo, que también es una opción muy recomendable.
Dificultades para orientarse durante el Camino
Debemos empezar diciendo que las rutas más populares del Camino de Santiago (como el Camino Francés o el Camino Portugués) están perfectamente señalizadas. Pero hay personas que tiene problemas de orientación y, aunque la mayor parte de los peregrinos están preparados para seguir las indicaciones sin complicaciones, es un miedo que puede estar presente.
Si eres de esas personas que encuentran dificultades a la hora de orientarse, y aún así quieres hacer el Camino de Santiago en solitario, te recomendaríamos evitar las rutas menos transitadas.
Ayuda en caso de emergencia
Este apartado está muy ligado con el anterior. En caso de emergencia y de necesitar ayuda, te será mucho más sencillo conseguirla en una de la rutas más popular como el Camino Francés. El sus últimos 100 kilómetros por ejemplo, de Sarria a Santiago, es prácticamente imposible sentirse solo.
Por tanto, si eres un peregrino/a sin experiencia previa, estás pensando en hacer el Camino solo, y te preocupa tu seguridad en caso de emergencia, te recomendamos optar por las rutas más transitadas.
Problemas para gestionar la soledad
Cuando uno piensa en hacer el Camino de Santiago solo, una de las dudas más recurrentes suele ser: ¿me aburriré durante el Camino? Todo depende de la personalidad de cada uno por supuesto, pero en principio esta debería ser la menor de tus preocupaciones. El Camino es una experiencia lo suficientemente viva y enriquecedora, como para el aburrimiento no esté presente, aunque decidas emprenderla en solitario.
La idea de una jornada en soledad, a través de la meseta castellana por ejemplo, sin compañía, puede resultar abrumadora. No queremos decir que sea una experiencia para todo tipo de personas, sin duda habrá quienes disfruten más con un grupo. Pero si ya has llegado hasta aquí, y te estás planteando hacer el Camino de Santiago solo, la idea de no saber gestionar la soledad no debería ser la que impidiera que tomaras la decisión. Porque de acuerdo con nuestra experiencia, ¡quién lo intenta, repite!
Ventajas de hacer el Camino de Santiago en compañía
La opción de hacer el Camino de Santiago en compañía es sin duda más popular, pero no por ello la mejor. Todo depende del tipo de persona que seas, y de la experiencia que estés buscando. La opción de hacerlo en compañía ofrece múltiples posibilidades: en pareja, con un pequeño grupo de amigos, un gran grupo organizado… La elección de una alternativa u otra, entraña sus ventajas e inconvenientes. Hablamos de algunas de ellas.
El respaldo del grupo
Sin duda, aquellos que estén pensando en hacer el Camino de Santiago en grupo, se sentirán más respaldados que quienes emprendan la aventura en solitario. Viajar con más gente te permitirá sentirte parte de una comunidad, estrechar lazos (aunque ya conocieras previamente a los integrantes) y recurrir a los demás en caso de necesitarlo.
Quienes hacer el Camino de Santiago en compañía, suelen resaltar especialmente el fortalecimiento de la relación con su acompañantes/s. Sin duda, pasar tanto tiempo caminando, sufriendo alegrías y penas en compañía, de compartir momentos de intimidad… es una forma única de fortalecer vínculos con nuestros compañeros de vida.
Evitar los momentos de soledad no deseada
Si te están planteando hacer el Camino de Santiago solo, probablemente una de tus mayores inquietudes será el cómo gestionar la soledad. Pero no la soledad buscada, tan necesaria, sino aquella no deseada. Si eres una persona a la que le cuesta entablar relaciones sociales con desconocidos, probablemente te reconforte más la idea de hacer el Camino de Santiago en compañía.
Desde Galiwonders, siempre recalcamos la idea de que en el Camino uno nunca está solo. Habrá otros muchos peregrinos a lo largo de la ruta, un gran número de ellos en solitario también. Pero es verdad que no tiene el mundo tiene la misma facilidad para socializar, y son muchos los que no se ven atraídos por este tipo de experiencia en solitario. De ahí la importancia de adaptar el viaje a las necesidades de cada uno.
Más personas, más ayuda
Y ya para reforzar la idea que veníamos expresando anteriormente, cuantas más personas haya a nuestro alrededor, más facilidades tendremos para encontrar ayuda en caso de necesitarla. Con esto no queremos decir que el Camino sea un experiencia que entrañe peligros, ni mucho menos. Pero si que es verdad que ciertos inconvenientes que pueden surgir en nuestro día a día y que tienen fácil solución (como una torcedura de tobillo, olvidar un básico en la mochila, o no encontrar nuestro destino), pueden resultar abrumadores si estamos solos en un territorio que no conocemos.
Cuando viajamos en grupo, todos estos potenciales riesgos se ven atenuados.
Inconvenientes de hacer el Camino de Santiago en compañía
De acuerdo con cual sea tu inclinación (hacer el Camino de Santiago solo, o en compañía) le darás más o menos importancia a estos inconvenientes. De hecho, si ya estás convencido de hacer el Camino de Santiago solo, posiblemente los veas incluso como ventajas. ¡Vamos a allá!
Necesidad de llegar a acuerdos
Dependiendo de las dimensiones del grupo, puede ser más fácil o más difícil gestionar las diferentes opiniones o preferencias. Los grupos grandes, de más de 10 personas, en los que cada uno tiene un ritmo diferente, un gusto diferente, una idea diferente respecto a la experiencia… pueden surgir conflictos. Pero también puede ocurrir si hacemos el Camino en pareja.
Lidiar con ciertas personalidades puede ser complejo, y para poder salir airosos de la experiencia será necesario adoptar mano izquierda y flexibilidad. Trabajar la empatía, ponernos en el lugar del otro y, como no, ¡mucha paciencia! Esto no ocurre cuando nos planteamos hacer el Camino solos, claro.
Menos libertad
Ligado con lo anterior, si estamos en un grupo tendremos menos libertad que si nos planteamos hacer el Camino de Santiago en solitario. ¿Por qué? Pues porque para gestionar un grupo, y que no sea un caos, son necesarios los horarios, la organización, cierta disciplina en el cumplimiento de las indicaciones… Por ejemplo, si hay un horario de salida, deberemos estar todos listos, de lo contrario retrasaremos a todo el grupo. Es posible que algunas personas hubieran preferido empezar antes, o después del horario marcado, pero todo el grupo deberá seguir las directrices para que el viaje salga redondo. Lo miso ocurre para cenar. Generalmente los grupos deben tener todo reservado con antelación (alojamiento, restaurantes…) de lo contrario podría haber problemas de disponibilidad.
Quien esté pensando en hacer el Camino de Santiago solo, no tendrá estos problemas. Sin necesidad de reserva previa, podrá presentarse en el alojamiento u restaurante de su elección, y generalmente no habrá problemas para que pueda disfrutar del servicio (algo impensable para grupos).
Adaptarse a las necesidades del grupo
Generalmente, en los grupos grandes, siempre hay quien tiene que ceder para adaptarse a las necesidades de los demás. Hasta los detalles más pequeños evidencian la necesidad de adaptarse cuando viajamos con otros. Pongamos un ejemplo: si estamos viajando en pareja, y el nivel de velocidad de uno es más rápido que el del otro, lo habitual es que la persona más veloz tenga que bajar el ritmo para ponerse a la altura de la más lenta. O, si hablamos de un grupo grande en el que la mayoría de los integrantes tienen preferencia por cenar pulpo en Melide, por ejemplo, aquellos no tan amantes de este plato deberán adaptarse.
Por tanto, estaremos cediendo en lo que para nosotros sería una experiencia ideal. Algo que no sucedería al hacer el Camino de Santiago solo. No obstante, sin duda viajar con la pareja, amigos, conocidos u allegados, sin duda ofrece otras muchas ventajas por las que valdrá la pena ceder en ciertos aspectos.
Consejos para hacer el Camino de Santiago en solitario
Dado viajar en compañía es lo más habitual, y no entraña tantos quebraderos de cabeza, centraremos este apartado en consejos o recomendaciones para quien esté pensando en hacer el Camino de Santiago solo. Sin duda esta alternativa conlleva un esfuerzo extra a nivel mental, por lo que nos centraremos en cinco puntos fundamentales.
Preparación física previa
Normalmente no incidimos en este tema, pero si estás pensando en hacer el Camino de Santiago solo, el nivel de preparación física es importante. No hace falta ser un profesional, siempre lo decimos. Hemos visto peregrinos que han logrado completar el Camino con un nivel de forma física más bien bajo. Pero cuando uno está pensando en hacerlo en solitario, ese nivel de autonomía del que hablábamos antes es importante. Deberemos tener nuestra «máquina» a punto porque estaremos emprendiendo este viaje en solitario. No dudes en informarte en nuestra guía de consejos previos al Camino de Santiago.
Estudiar cada etapa del Camino
Si eres de los que tienen problemas de orientación y estás pensando en hacer el Camino de Santiago solo, te recomendamos estudiar cada etapa con anterioridad. Existen muchos mapas, guías, información en Internet… además de que el Camino está bien señalizado. Pero a aquellos que no se entienden con los mapas, dedicar cierto tiempo, aunque sea el día anterior, a estudiar los entresijos de la jornada, les evitará muchos quebraderos de cabeza.
Evitar ciertos horarios
Si vas a hacer el Camino de Santiago solo o sola, nuestra recomendación es caminar a las horas habituales, con luz, junto con el resto de peregrinos. Es decir, comenzar la jornada por la mañana entre las 6 y las 9, y llegar a destino generalmente antes de las 17:00. El Camino es una ruta segura, pero hasta en los lugares menos peligrosos debe reinar el sentido común. Nuestra recomendación es evitar las horas nocturnas y con poca luz para caminar.
Decantarse por unas ruta más social
Como sabemos, el Camino de Santiago tienen diferentes rutas, unas más conocidas que otras. Aunque todas ellas son transitadas por peregrinos cada año, y algunas están creciendo notablemente, las más popular sigue siendo el Camino Francés. Si vas a hacer el Camino de Santiago solo, y a la vez buscas una experiencia social, te recomendamos esta ruta (especialmente el tramo de Sarria a Santiago, los últimos 100 km).
Otra alternativa (segunda en número de peregrinos) es el Camino Portugués, e incluso el Camino Portugués de la Costa.
Tener una mente abierta
Y por supuesto, nuestro principal consejo si estás pensando en hacer el Camino de Santiago solo, es tener una actitud positiva frente al cambio, y la mente abierta. Este consejo valdría también para aquellos que piensan hacerlo en compañía. El Camino es un viaje espiritual, alternativo, en el que conviene tener una actitud flexibles. Es posible que te encuentres con ciertos tropiezos a lo largo de la ruta, que sin duda se irán solventando siempre, y que forman parte de la experiencia.
Por ejemplo, no abrumarnos si en un determinado momento nos hemos perdido y no encontramos el camino de regreso. Puede pasar, es habitual, y al final siempre acabamos volviendo a la senda correcta.
O si el hotel que habíamos contratado no encuentra nuestra reserva. Ante todo, ¡tranquilidad! Es posible que el personal sea nuevo y no esté familiarizado con el sistema (por eso no la encuentra). O que haya habido una equivocación (por nuestra parte o la de ellos) y no se haya anotado en la fecha correcta, que nos hayamos equivocado de alojamiento… Lo importante es que al final siempre hay una solución, y habrá un sitio en que podamos dormir. Es importante afrontar estos pequeños problemas con calma, y evitar que arruinen nuestra experiencia global. La actitud con la peregrinos es fundamental para sacar el mayor provecho de nuestra aventura.
¿Estás pensando en hacer el Camino de Santiago solo? ¿Quizás mejor con compañía? ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros, te haremos llegar un itinerario a medida y aclararemos todas las dudas que puedas tener. ¡Buen Camino!