2022 es un gran año para el Camino de Santiago. No solo hemos tenido la suerte de poder prorrogar el año Santo Xacobeo un año más para poder disfrutarlo con normalidad, si no que además las estrellas nos han favorecido con buen tiempo, levantamiento de medidas restrictivas y el espíritu de querer explorar mundo después de dos duros años de pandemia. Ya somos casi 100.000 peregrinos en el Camino en lo que va de año, y este verano promete superar expectativas y récords.
Por eso, queríamos haceros llegar esta selección de los caminos favoritos de nuestro equipo, qué ver en cada uno de ellos y porqué no os los podéis perder este año Xacobeo 2022.
Camino Portugués de la Costa
El favorito de nuestras compañeras Chiara y Lucía, sin duda. Tranquilo, con unas vistas fenomenales y con nada que envidiar a la infraestructura del Camino Francés. Aunque puedes seguir los pasos de nuestra compañera Sabela y hacer el Portugués por el Interior, existe algo mágico en recorrer los 271 kilómetros que unen las dos tierras hermanas de Portugal y Galicia por sus costas.
Es idóneo para aquellos que quieran admirar la mezcla perfecta entre mar y rural, y estén buscando una alternativa menos transitada que el Francés.
Puedes decidir empezar en Porto haciendo su versión completa, y maravillarte con las pequeñas villas costeras portuguesas que dejarás a tu paso. Visitarás Póvoa de Varzim, famosa por las vistas del Océano Atlántico desde su Fortaleza, erigida en el siglo XVIII para defender los intereses de los pescadores. Y hablando de pescadores, puedes contemplar toda su historia en el Mural situado frente al Casino de la localidad, pintado del azul más tradicional portugués. No dejes escapar la oportunidad de probar las Rabanadas Poveiras, una delicia gastronómica que recuerda a las torrijas españolas, con la que repondrás fuerzas para la siguiente etapa.
La villa costera de Esposende es conocida por sus serenas playas de arena blanca. Destino favorito de los lugareños para pasar un momento de paz alejado de la rutina, no te vayas sin visitar el Parque Natural do Litoral Norte. Un paseo inolvidable entre molinos de viento, dunas, cañaverales, granjas, bosques marítimos de pinos y pantanos, todo con el río Cávado como protagonista.
Viana do Castelo, la ciudad del oro, te permitirá conocer más a fondo el estilo de vida del Norte de Portugal. Emblemática por su arquitectura, en la que se entremezclan siglos de historia, su gastronomía tampoco deja a nadie indiferente. Antiguos pescadores de bacalao, la región también es conocida por ser productora local del famoso vinho verde portugués.
La última parada en territorio portugués es Praia Vila de Áncora, un encantador pueblo de pescadores que te transportará a tiempos más sencillos. Su playa coincide con la desembocadura del río Áncora, y es un destino de veraneo muy popular, tanto entre lugareños como gallegos que viven en el sur de la provincia de Pontevedra.
A partir de aquí nos adentramos en territorio gallego, con A Guarda como primera parada. Recuerda que para cruzar el río Miño, que separa Portugal y Galicia, deberás usar un servicio de transporte marítimo. Te recomendamos que le eches un vistazo a los horarios y precios de Xacobeo Transfer. Una vez en esta prehistórica villa, te animamos a que visites el casco viejo y las estrechas callejuelas que separan sus decorados muelles -los grafitis son dignos de un selfie- de los dos miradores que podrás encontrar en el Castro de Santa Tegra o el Monte Terroso. Desde ellos podrás ver la desembocadura del río Miño y la ruta que has ido dejando atrás poco a poco.
Baiona es una bella parada de la que hemos hablado hace no mucho como uno de los puntos de interés de las Rías Baixas. Aprovecha para descansar en sus playas, probar los deliciosos platos de marisco y aprender un poco de esta villa histórica. Caminarás esta etapa acompañado de las vistas de las maravillosas Islas Cíes de fondo y conociendo a fondo las diferentes playas hasta entrar en la Ría de Vigo. Es aquí donde la ruta se vuelve más urbana, entrando en la ciudad más poblada de Galicia, y el último punto desde donde puedes conseguir la Compostela. A partir de aquí, si te puede la curiosidad de saber más acerca del Camino Portugués de la Costa, puedes seguir leyendo nuestra guía oficial aquí.
Esta ruta, además de encantadora, es perfecta para estos meses de verano. La cercanía al mar suaviza las altas temperaturas veraniegas y si alguna vez te vence el calor, siempre puedes hacer una parada en alguna de las múltiples playas que encontrarás en tu Camino.
Si optas por esta opción, podrás disfrutar de la mezcla perfecta de costa hasta Pontevedra, donde el itinerario se encuentra con el Camino Portugués del Interior, y sendas llenas de vida rural por el interior gallego hasta encontrarte con tu destino, Santiago de Compostela.
Camino de Invierno
¡No te dejes engañar por su nombre! Con algunos de los paisajes más bellos del Camino, el de Invierno se gana el corazón de todo peregrino que decide recorrerlo, y por ello es el favorito de nuestra compañera Melissa. Una ruta increíblemente apacible gracias a la diversidad de sus escenarios.
Lo recomendamos para aquellos peregrinos experimentados, ya que las rutas del Camino de Invierno contienen desniveles complicados para aquellos que aún se estén iniciando en el Camino.
Es un Camino aún desconocido entre los más novatos, por lo que es la ruta idónea para aquellos que quieran reconectar con la naturaleza y consigo mismos.
Algunos de sus paisajes incluyen la asombrosa formación de las Médulas, la impresionante región de la Ribeira Sacra, el histórico mirador del Pico Sacro o las tranquilas aguas del río Deza a su paso por Carboeiro. Sigue leyendo si quieres descubrir más sobre esta misteriosa ruta.
Si decides hacer el Camino de Invierno completo empezarás en Ponferrada, con 263 kilómetros por delante. Cruzarás la región leonesa de El Bierzo, donde tu ruta comenzará de forma suave y te permitirá conocer la diversidad natural de la zona. Tu primera etapa culmina con Las Médulas, la gran mina abierta al cielo de tonos rojizos. Y aunque parezca mentira, no estás en Marte, y esta formación no es en absoluto accidental. Data de las invasiones romanas, que atraídas por la cantidad de oro que se encontraba escondido entre estas colinas construyeron un sistema hidráulico que colapsó el terreno dando lugar a este curiosísimo paisaje.
Una vez pasado este fenómeno natural, descenderás a la comarca de Valdeorras, bañada por el río Sil y famosa por su Godello, una variedad de vino blanco. El paisaje también cambia, y te acompañarán viñedos y campos de olivos durante varias etapas. Un entramado de verdes que se mezcla con la piedra de pequeñas aldeas y pueblos y que resulta de lo más apacible.
Llegando a tu cuarta parada, Quiroga, te adentrarás en la Serra do Courel, un conjunto geológico impresionante que atrae a gallegos de las cuatro provincias. Sus sendas te llevarán a conocer restos fósiles prehistóricos escondidos en sus más de 20.000 hectáreas, con bosques autóctonos únicos en toda la Comunidad gallega, y que llevó a la UNESCO a declararlo Geoparque Mundial.
Para llegar a Monforte de Lemos, deberás superar un ascenso de más de 200 metros de altitud, en lo que probablemente es la etapa más solitaria y una de las más intensas de este Camino. Pero no desesperes, aprovecha estos momentos de silencio para conectar contigo mismo y los motivos que te hayan llevado a este viaje físico pero también espiritual. Monforte es la capital de la Ribeira Sacra, región en la que te encontrarás con fascinantes paisajes, todos ellos bañados por las aguas de los ríos Cabe, Sil y Miño, encajonados en cañones que se levantan inmensos sobre las serpeantes formas fluviales. Si deseas conocerlo más a fondo, existe un servicio de catamarán abierto al público que te llevará por las tranquilas aguas o podrás asomarte a uno de los varios miradores que tiene la zona para admirar la escena en su totalidad. Además, la región también es conocida por tener la mayor concentración de iglesias y monasterios románicos de toda Europa, así que podrás conocer la historia mientras admiras una de las atracciones naturales más bellas del territorio gallego.
La séptima etapa es única, ya que atravesarás las cuatro provincias gallegas en un solo día. También es la más exigente a nivel físico, con una elevación de casi 600 metros de altitud para llegar a la Serra do Faro. Pero todo tiene su recompensa, ya que desde lo alto de esta sierra podrás ver los picos gallegos más altos: el Courel, los Ancares, Peña Trevinca, Manzaneda y Monte Farelo. Te encontrarás ahora con un descenso igualmente intenso hasta llegar a la última parada de lo que es conocido como el Camino de Invierno, ya que a partir de Lalín la ruta se junta con la Vía de la Plata.
Si después de leer esto aún tienes ganas de descubrir más sobre la ruta y sus diferentes etapas, puedes consultar nuestra guía oficial aquí. Como puedes ver, el Camino de Invierno es increíblemente rico en paisajes e historia, perfecto para poder profundizar en tu pasión por la naturaleza y reflexionar sobre tu motivación y tus circunstancias. El Camino nunca es el mismo dos veces porque nosotros no somos los mismos, evolucionamos, aprendemos, y el Camino es, entre muchas cosas, una metáfora de nuestro proceso vital. Disfrútala al máximo mientras recorres sus senderos.
Camino Francés
Sin duda el Camino más elegido entre peregrinos, y entre nuestro equipo también. Mercedes, Sonia, Chiara y Giulia lo han recorrido múltiples veces y siempre quieren repetir. Entendemos por qué, es la opción más popular, y es que en él confluyen la gran mayoría de las vías históricas de peregrinación. Eso ha dado lugar a través de los siglos a la mayor concentración cultural y arquitectónica de cualquier camino. Monasterios, iglesias, castros, castillos, pazos, puentes, fortalezas…
El paso del ser humano ha dejado huella a través del tiempo y es la mejor muestra de la historia del Camino.
Poco queda por decir del Camino Francés que no hayamos dicho ya, salvo que es la opción más segura, tanto para principiantes como para peregrinos veteranos. Tanto en su versión completa -con unos 930 kilómetros por delante- como la versión que empieza en Sarria -los últimos 100 kilómetros que te asegurará poder recibir la Compostela- es el camino con las mejores infraestructuras entre todas las rutas que conocemos. De media, sabemos que hay una población con algún servicio cada 5,6 kilómetros, ya sean bares, restaurantes, supermercados o albergues. Está además muy bien señalizado y concurrido, así que si alguna vez te sientes perdido, solo tienes que buscar a tu alrededor para ver si logras ver algún mojón o flecha amarilla. Además, puedes dirigirte a la comunidad peregrina, que es generosa y compartirá cualquier consejo y te echará una mano en lo que pueda.
Si quieres aprender más sobre este Camino, ya sea tanto en su versión completa o en su versión más corta, échale un ojo a nuestra guía oficial para descubrir todos los tesoros que te aguardan en esta ruta.
Esperemos que esta selección de nuestros Caminos favoritos te haya animado a probar alguno de ellos este verano. Y recuerda, tienes muchas más rutas entre las que puedes elegir de las que no hemos hablado hoy, pero que siguen siendo una alternativa perfecta para estos últimos meses de buen tiempo en este año Xacobeo 2022.